Hoy con Ballenablanca hablaremos de... Cada mañana
No, no es de ninguna
película. Es el amanecer del día 4 de Septiembre de 2012, desde el puerto de
Valencia.
Si
sólo amaneciera una vez al año, todos lo esperaríamos expectantes, ansiosos por
el milagro. Pero ocurre todos los días. Y qué difícil es descubrir lo bello,
lo grandioso en un acontecimiento cotidiano. Estamos acostumbrados.
Y cuando descubrimos a alguien que aún
tiene capacidad de asombro, lo tachamos de ingenuo.
Pero en
realidad va un paso por delante, pues ya ha pasado la fase de ir corriendo a
todas partes, sin parase a admirar el escenario de sus frenéticas actividades.
Mirar, escuchar, observar, sentir el calor del sol en la cara y distinguir
cientos de tonos verdes en la copa de un árbol. Cuánto camino nos queda por
recorrer para llegar al punto de
levantarnos cada día para ver el amanecer, admirarlo cada vez y darnos cuenta de
que cada mañana es diferente. Distinto.
Único.
Un saludo desde el Poli Norte
siento mucho amor por esta entrada :)
ResponderEliminarLa fotografía es una preciosidad. Los amaneceres más hermosos los vi en Cullera hace mil millones de años, cuando estuve en unas excavaciones arqueológicas. ¡Qué recuerdos!
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