domingo, 9 de diciembre de 2012

Hoy con Ballenablanca hablaremos de... Cada mañana
 
 
 
 
No, no es de ninguna película. Es el amanecer del día 4 de Septiembre de 2012, desde el puerto de Valencia.
Si sólo amaneciera una vez al año, todos lo esperaríamos expectantes, ansiosos por el milagro. Pero ocurre todos los días. Y qué difícil es descubrir  lo bello,  lo grandioso en un acontecimiento cotidiano. Estamos acostumbrados. Y  cuando descubrimos a alguien que aún tiene capacidad de asombro, lo tachamos de ingenuo.
 Pero en realidad va un paso por delante, pues ya ha pasado la fase de ir corriendo a todas partes, sin parase a admirar el escenario de sus frenéticas actividades. Mirar, escuchar, observar, sentir el calor del sol en la cara y distinguir cientos de tonos verdes en la copa de un árbol. Cuánto camino nos queda por recorrer  para llegar al punto de levantarnos cada día para ver el amanecer, admirarlo cada vez y darnos cuenta de que  cada mañana es diferente. Distinto. Único.


Un saludo desde el Poli Norte

2 comentarios:

  1. La fotografía es una preciosidad. Los amaneceres más hermosos los vi en Cullera hace mil millones de años, cuando estuve en unas excavaciones arqueológicas. ¡Qué recuerdos!

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