En primer lugar quería mostraros este video publicitario de la empresa Unión Fenosa (ya no existe como tal) de hace algunos años. Cuando lo empezaron a poner en televisión me llamó mucho la atenciónla forma de expresar la labor de la energía, tan tierno y exigente a la vez, y me gustó mucho la selección de palabras e imágenes que se dicen y muestran. Espero que os guste tanto como a mí. He tenido que poner el spot corto, pues no encuentro el anuncio completo.
La energía, un “tú”, que tiene
una responsabilidad, un trabajo a realizar, ¡Qué curioso! En este spot la voz
en off se dirige a ella, la personaliza, le indica su trabajo, iluminar y
calentar. Es exigente, preciso y exacto, e incluso le desea suerte en su labor.
Lo que me llama la atención es la
manera en cómo coloca a la empresa (Unión Fenosa) por encima de la energía. Una
osadía, quizá. La energía es grande, inmensa, incontrolable, inabarcable,
poderosa, no se destruye y se transforma infinidad de veces. Algo tan sublime
nos lo ponen a nuestra misma altura. Nos sentimos identificados, sí, pero quizá
la idea resulta extravagante: un elemento infinito sujeto a un salario y un
horario.
Pero si reflexionamos, estamos
acostumbrados a pulsar un interruptor y que se encienda una bombilla. Es
incontrolable, pero la controlamos con un simple trozo de plástico. De esto
podemos sacar una moraleja que ya ha estado presente en otras entradas mías:
disfruta cada momento de tu vida y sé consciente de esos pequeños tesoros,
facilidades y detalles que pasan inadvertidos, pero que son tan importantes,
como una pequeña caricia que en un momento difícil, puede arreglarlo todo.
Pero no voy por ahí, sino que
quiero encaminarme a la idea del control, ¿realmente el hombre es capaz de
gobernar este mundo? Cuando consigue construir una ciudad, un tifón la derriba,
cuando salva a un niño abandonado, con los años se convierte en un camello.
Entonces ¿qué es el hombre? No es un animal más,está por encima, pero es imperfecto, comete
errores y es capaz de sentirse completamente feliz o en la más profunda
tristeza. Somos seres muy complejos, inteligentes, pero siempre caemos en la
misma piedra. Y a diferencia de la energía, no somos infinitos, tenemos marcado
un momento en el que dejaremos este mundo, ¿ya está?
Volviendo al tema inicial, sólo
me queda por comentar que hay muchas cosas que no comprendemos, por mucho que
nos hagamos mayores. Se suele decir que lo desconocido da miedo, y es cierto,
pero quería deciros que aventurarse a desentrañar esos misterios en casi todos
los casos merece la pena. Quizá abandonemos la comodidad, o la seguridad que
creíamos tener, pero lo que hallemos después seguramente nos convertirá en
personas más completas. Ánimo. Ánimo para no ser conformistas. Para buscar la
felicidad.
Un saludo desde el Poli Norte
Ballenablanca ha sido un placer leer tu entrada. Muy bien, sí señora.
ResponderEliminar