sábado, 20 de octubre de 2012

Hoy con Ballenablanca vamos a hablar de... Luz




Normalmente las obras de arte se realizan para que perduren, como la pintura o la fotografía, sin embrago hay otras que asan desapercibidas. ¿Qué hay de la música o los fuegos artificiales? Está bien, ambos se pueden fotografiar o gravar, pero no es lo mismo. Falta la emoción del momento, la adrenalina, el sonido que acompaña, la vibración del suelo, el olor a pólvora, la sorpresa de que cada segundo es distinto al anterior, la satisfacción de poder contemplar algo único, irrepetible y precioso. Es un regalo momentáneo.

 
Estas fotos están tomadas la madrugada del 9 octubre de 2012, del Castillo de fuegos artificiales de La Alameda, en Valencia.

 
Un saludo desde el Poli Norte

1 comentario:

  1. Una entrada curiosa. Me he quedado con ganas de más imágenes y de más reflexión en tu comentario. Interesante. Muy bien.

    ResponderEliminar